La medicina alternativa, utiliza en sus preparados plantas medicinales. El uso de las hierbas puede hacerse en cocciones, infusiones o preparados. Antes de empezar, debemos conocer algunos términos clave:
Antocianinas
Son un tipo de flavonoides presentes en algunos frutos de color rojo o azul, como las grosellas negras o las cerezas. Ayudan a reforzar los vasos sanguíneos.
Fenoles
Derivados aromáticos que presentan grupo hidroxilo. Poseen una acción antiséptica y reducen la inflamación interna. Por ejemplo, la raíz de ortiga.
Mucílagos
Compuestos por polisacáridos, se caracterizan por su alta capacidad de retención de agua, debido a que son parcialmente solubles en ella y forman un gel.
Minerales
Los minerales suponen un valor importante como suplemento alimenticio.
Amargos
La presencia de amargos estimula la secreción salivar y la cantidad de jugos gástricos, lo que provoca una buena digestión y facilita la absorción de los nutrientes.
Aceites volátiles
Presentes en casi todas las plantas, pueden estar constituidos por más de 60 componentes con muy diferentes propiedades, como antisépticas, antiinflamatorias, etc.
Componentes activos
El efecto de las plantas sobre el organismo se debe a la presencia de componentes activos en ellas como:
Taninos: compuesto polifenólico presente en todas las plantas en mayor o menor concentración, es muy astringente y posee un gusto amargo. La unión de los taninos con las proteínas crea una barrera que impide el crecimiento bacteriano, facilita la coagulación y acelera la cicatrización.
Flavonoides: son pigmentos no nitrogenados, ejercen una atracción antiinflamatoria, fortalecen las paredes capilares y, al neutralizar los radicales libres, tienen propiedades antioxidantes.
